lunes, 3 de diciembre de 2012

Looper, opinión de Kaiser Production

     Una noche de viernes cualquiera, y sin ningún plan para poder gastar el tiempo, el equipo de Kaiser Production, decide, sin mucha previsión, ir al  cine, más especialmente, al cine YELMO Ideal Cinema, cerca de Sol, a eso de la medianoche, para pasar un buen rato y ver uno de los últimos estrenos de la cartelera. Cuando llegamos, al ser demasiado tarde, solo había una película en emisión, Looper en versión original. Como no pensábamos irnos de vacío, compramos las entradas, unas palomitas, y nos adentramos en la sala 4.


¿Quien dijo que ir al cine es barato?
     Una vez sentados y después de un cuarto de hora de publicidad, comienza la película. En el año 2074 las máquinas del tiempo están prohibidas y sólo son utilizadas por mafias que envían a sus objetivos 30 años al pasado para que los loopers los asesinen y se deshagan de sus cuerpos. Joseph Cordon-Levit, en el papel de Joe, es un joven looper, drogadicto y licencioso que cumple su trabajos con destreza, como se muestra al principio de la película.



     En el primer tercio del film se nos muestra como es el mundo de los loopers. Estos tienen trabajos sencillos pero difíciles a la vez. Deben matar, siempre, a una hora concertada, a las personas que los mafiosos envían al pasado. 

     El problema llega cuando un looper deja de ser útil. Aquí es cuando las mafias del futuro cierran el bucle, mandando al looper del futuro, 30 años atrás, para que este mismo, de joven, lo elimine. Así cerrará el círculo. La segunda parte del film se inicia con la llegada del looper del futuro de Joe, encarnado por Bruce Willis. Este, conocido como Old Joe, escapa, puniendo en peligro la vida de Joe.
Al final, capturado, y asesinado, el director nos muestra la vida de Joe desde que mata a su yo futuro, hasta que llega su hora. Aquí es donde se alcanza el punto de máxima tensión de la película con una perfecta sincronización de guión perfecta sincronización de la trama y de unos efectos especiales propios de un blockbuster.

     A partir de este momento, el film toma un carácter menos fantástico entrando en juego Bruce Willis, cuando llega al pasado y se encuentra con Joe. Al escapar, llega a una granja, donde aparece Emily Blunt, encarnando a Sara. Según avanza la trama, descubrimos, que el hijo de Sara, en el futuro será el líder de la mafia, el cual cerrará descontroladamente todos los bucles de los loopers. Old Joe, consciente de esto, decide eliminar al joven, protegido por su madre, y por el propio Joe joven, que huyendo de las mafias se refugia en esa granja esperando a Old Joe.

     Desde nuestra opinión, toda la tensión acumulada en la primera parte de la película se va perdiendo por este giro en el guión. Llegando a extremos en los que florecen, incluso, diálogos sentimentales y sensibleros. Pero que al final, tendrán una gran importancia.

     Entonces, llega el boom, el clímax del film, donde Old Joe, encuentra al chico, defendido por Joe joven y su madre, que son buscados por la organización encargada de controlar los loopers, dirigida por Jeff Daniels, en el papel de Abe. El final, concluye con el niño, la madre, y los dos Joe. Joe joven, comprendiendo el porqué de la tiranía del niño cuando es grande, decide poner fin a su vida, eliminando a su yo del futuro para impedir que este, dispare a la madre de Pierce Gagnon (Cid). Esta tiranía surge porque su madre es asesinada por Old Joe. Criándose en soledad y engendrando un ser maligno. Suicidándose Joe, Old Joe no matará a su madre, y no tendrá ese fatal recuerdo, que en el futuro le lleva a ser un mafioso tirano y sanguinario.

     En definitiva, ‘Looper’ es una película con un guión excelente y de entretenimiento de primer nivel. Se nota que ‘Looper’ ha costado bastante menos de lo habitual en una producción de este calibre, algo que le impide desarrollar todo su potencial y convertirse en la casi obra maestra que podría haber sido. En definitiva, una de las obras de ciencia ficción más estimulantes de los últimos tiempos.




Jesús Serrano y Diego González.

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